miércoles, 18 de mayo de 2011

Dioses Lares, Manes y Penates

Lares:
Los lares eran divinidades romanas hijos de la náyade Lara y el dios Mercurio cuyo origen se encuentra en los cultos etruscos a los dioses familiares.
Presentaban dos vertientes: 
- Por un lado cultos públicos o estables y por otro los cultos privados o domésticos.
- En esta vertiente se sitúan los dii familiaris o dioses de la familia. Entre estos se encuentran los lares loci, cuya función primordial era velar por el territorio en que se encontraba la casa familiar. Antes de que la propiedad privada fuese regulada por el derecho, eran los encargados de evitar que los extraños se adentrasen en tierras ajenas mediante, según la creencia popular, la amenaza de enfermedades que podían llegar a ser mortales.
Los romanos sentían una  gran veneración por los lares y se representaban con estatuas que se ponían tanto dentro como fuera de las casas y se les hacía ofrendas o se les rendía oración. 



Manes:
En la mitología romana, manes era un dios doméstico, junto a lares y penates. Eran espíritus de antepasados, que oficiaban de protectores del hogar. El pater familias o padre cabeza de familia, era su sacerdote y oficiaba sus ceremonias religiosas y ofrendas en las viviendas. También eran llamados Di Manes.


Penates:
Principalmente eran dioses protectores del almacén de la casa. Se convierten en dioses de los hogares brindando protección a toda la casa, existiendo también los protectores del estado.
Se encargaron, inicialmente, de proteger las despensas, para luego extenderse a toda la casa. Se les ofrendaba una parte de la comida diaria, que debía ser colocada en el corazón de la figura que los representaba.

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